Cada cultura tiene sus normas culinarias y, dependiendo de sus costumbres, hay alimentos prohibidos. La idea de los alimentos tabú probablemente exista desde la noche de los tiempos, pero tenemos conocimiento a través de los textos sagrados. Esta consideración varía, no solo en función de la religión, sino también de la idiosincrasia del país o de las costumbres individuales. Aunque los alimentos cárnicos son los protagonistas de las prohibiciones, también encontramos casos de pescados y (pocos) de vegetales. En este artículo hablaremos de los alimentos prohibidos y de aquellos que suponen un problema en las sociedades occidentales.
Prohibiciones religiosas
La prohibición más conocida probablemente sea la del consumo de carne de cerdo, común en el Islam y el judaísmo. Más allá de los textos sagrados, lo más probable es que también se debiese a las posibles intoxicaciones alimentarias. En el caso del cristianismo, no se ha desarrollado esta prohibición aunque se menciona en el Antiguo Testamento, probablemente por la importancia que ya tenía el consumo de esta carne en Europa. Por otra parte, el judaísmo también tiene sus alimentos tabú, ya que prohibe el consumo de carne de camello, caballo, conejo y liebre, así como los peces sin aletas ni escamas y los reptiles; por ejemplo, no pueden consumir marisco. Probablemente, el judaísmo es la religión monoteísta que contiene más alimentos tabú.
Las religiones jainista e hindú prohiben terminantemente el consumo de carne de vacuno y derivados porque se considera una encarnación divina. De hecho, hay que indicar que, en la India, aproximadamente el 30 % de la población es vegetariana, aún teniendo en cuenta que existen minorías importantes de religión cristiana, musulmana y sij. Además, tanto el islam, como el judaísmo y determinados grupos cristianos prohíben el consumo de la sangre de los animales por motivos religiosos. Por estas razones, existen varias formas de preparación de la carne para cumplir ese precepto y carniceros especializados.
Prohibiciones culturales
Muchas veces, nos podemos preguntar si las prohibiciones religiosas son producto de los tabúes culturales o no. De todas formas, hay alimentos tabú que, aunque no son explicitamente prohibidos, no se consumen. En Occidente, los casos más comunes son los insectos, la carne de perro y también determinados pescados y las habas. Ahora bien, en todos estos casos existen países del mundo donde sí hay consumo de estos animales. No podemos decir que haya ningún tabú universal en todos los países del mundo. Eso sí, hay casos de tabúes culturales dentro de un mismo país, como el de la casquería en España.
Otro tabú alimentario es el derivado del no consumo de determinados alimentos por ética. El más común es el vegetarianismo, que propugna el no consumo de productos de origen animal. Hay una corriente que consume huevos y lácteos (ovolácteos) para complementar proteínas. Mientras los veganos únicamente consumen productos de origen vegetal. Finalmente, hay que indicar que en culturas como la china, hay alimentos bien vistos en verano pero no en invierno. Afortunadamente, en España los alimentos de quinta gama se pueden disfrutar más allá de los tabúes existentes.