Hoy inauguramos sección: Botánica Culinaria. Daremos una planta tipo arbusto y otra propiamente hierba. Bienvenido al mundo verde, ¡que disfrutes! Ya os habréis dado cuenta de que CCGS es un sitio web dedicado a la mejor tradición culinaria y las mejores y más selectas tendencias gastronómicas. En ello, somos especialistas sin igual, modestia aparte. No por ello debemos descuidar una perspectiva que, con frecuencia pasa inadvertida. Todos hemos visto vídeos de cocina donde el cocinero profesional de turno coge alguna ramita de perejil.
A todos nos ha parecido buena idea contar con una de esas plantas. Probablemente también te habrás preguntado: ¿cuándo se acaba? Para responder a estas preguntas y mostrarte cómo es posible preparar tu pequeño jardín aromático en la cocina (o cualquier rincón de casa) hemos preparado este post.
Botánica culinaria: dos primeras sugerencias
Algunas plantas aromáticas son grandes aliados para la cocina. Por ejemplo, la albahaca es insuperable en lo que se refiere a pastas y pizzas o cualquier receta que, en general, tenga el trigo como su ingrediente base. En cierto modo (y este de hecho es el principio básico de la cocina tradicional) cada ingrediente casa con sus coterráneos, es decir, con las cosas que crecen alrededor. Por eso hemos querido dedicar una sección a la botánica culinaria.
Basándonos en este principio (aunque sea un poco etéreo) vamos a sugerir una hierba aromática y su correspondiente culinario. Casi todas las propuestas que hacemos se corresponden a hierbas aromáticas de interior por razones obvias relacionadas con el espacio y la funcionalidad. Sin embargo, hay otras que son exteriores, así que hay para todas las circunstancias.
Arbusto
Romero
El romero va a ser el clásico en la botánica culinaria. Es uno de esos arbustos pedregosos y de latitudes más bien secas. Tiene tallo leñoso y sus hojas son del denominado tipo aguja. Es ciertamente una planta fácil de tolerar, y de hecho son también resistentes a la llamada niebla selina. Es recomendable ponerla en una maceta arcillosa. Hay que plantarlo en primavera y no saturar toda la maceta o jardinera. Es de crecimiento lento en el primer año. Es importante recalcar que su hoja es perenne, cosa que no ocurre en muchas plantas aromáticas.
De hecho, la mayoría, como veremos, solo duran una temporada. Si vives en una zona húmeda asegúrate de evitarla (y con ella, el moho) con un buen drenaje. El romero es un excelente compañero de adobo para el pollo. Por ejemplo, freir pollo estilo Kentucky con un toque de romero lo hará insuperable. Otra idea es emplearlo para hacer conservas.
Planta aromática
Hierbabuena
La hierbabuena es sin duda una de las estrellas de las plantas aromáticas. Con todo el derecho se ha ganado un puesto de lujo como planta culinaria. Por añadido, para los más ociosos también es una estupenda compañera del mojito. De hecho, eso le ha hecho ganar muchos adeptos y ha hecho proliferar su población a escala global.
La hierbabuena es perenne, y podemos cultivarla tanto en interior como en exterior. Sin embargo, nos aseguraremos de que reciba al menos cuatro horas de luz al día. Hay que vigilar mucho el riego: ni exceso ni mucha sequedad. Cada cierto tiempo, remueve la tierra superficial para que no aparezcan malas hierbas.
En primavera, renueva el fertilizante. La hierbabuena es la planta estrella del puchero andaluz. Una sopa de carne y garbanzos a la que se añade esta magnífica plantita. Otra de las propuestas es el tabbule, una receta originaria de Marruecos aunque supuestamente elaborada por los franceses en la época de colonización. Aquí os adjuntamos un vídeo con la receta. Además, es de Canal Cocina:
https://www.youtube.com/watch?v=QwJUKaeR15o
Como ya hemos dicho, y recordamos siempre en CCGS, lo más importante es disfrutar de la comida. Por ello, apuntamos nuestras sugerencias. Sin embargo, si no te apetece cocinar, nosotros aparecemos en tu ayuda para darte nuestras propias propuestas. Deliciosas y ricas tal y como tú mismo podrás comprobar dando una vuelta por nuestro espacio gastronómico. Por ejemplo, una placa de cochinillo confitada o un bacalao confitado.