Vamos a hablar de algunos beneficios y perjuicios que tiene cocinar al vapor. La cocina al vapor, antes que nada, hay que decir que no ha sido algo muy presente en la gastronomía occidental. Es propio de la cocina asiática, donde un gran surtido de platos se prepararan estrictamente con esta forma de cocción. Tanto es así que en algunos países de Sudamérica donde se usa (que por cierto se le llama sudado popularmente) se cree que fue introducido por la población asiática que llegó a América. Son cada vez más los que se decantan por esta opción para cocinar. Siendo justos, tiene muchos más beneficios que inconvenientes. Además, hay un cierto toque que podemos conseguir con la cocción al vapor que no podremos conseguir con ninguna otra clase de cocinado.
Formas de cocinar al vapor
Para empezar, como la mayoría de vosotros haréis, se puede cocinar al vapor sin necesidad de una vaporera. El proceso no será tan cómo ni tampoco podréis cocinar distintos tipos de alimentos al mismo tiempo. Sin embargo, para ir tirando nos sirve. Simplemente hay que poner agua en una olla y poner encima un colador que se sostenga en su abertura. Sin que el agua toque el colador, colocaremos sobre este los alimentos. Después taparemos y dejaremos cocer con el vapor el tiempo que cada alimento necesite. En este método artesanal incluímos también las vaporeras asiáticas, las de bambú.
Sin embargo, la otra forma es con vaporeras eléctricas. Ciertamente son un utensilio muy útil para cocinar. Por un precio bastante asequible podemos encontrarlas de varios pisos. Eso quiere decir que podremos cocinar distintos tipos de alimentos al tiempo. Son especialmente indicadas para verduras y pescado. En el caso de este último, el toque que le da es sorprendente. También es muy buena idea preparar unas verduras para una ensalada con ella, por ejemplo.
Cocina al vapor: beneficios
Uno de los beneficios más notables de la cocina al vapor es que nos permite cocinar sin grasas. Podemos añadir fundamentalmente aceite como aderezo al final y el sabor de éste se mantendrá intacto junto con el de la verdura. Es por tanto un método de cocción que aporta muy pocas grasas a nuestra nutrición. Especialmente indicado para dietas.
Por otro lado, la cocción al vapor no es una cocción tan agresiva como el frito o el contacto directo con el agua. En efecto, al freir, el alimento está sometido a temperaturas muy altas. Lo mismo pasa al ponerlo en agua directamente: esta alta temperatura será la responsable de que muchas de sus vitaminas se pierdan. A la hora de hacer verduras, dichas vitaminas de la cocción quedan en el caldo que se hace después. Sin embargo, las perdemos para el alimento. En el caos de la cocción al vapor se conservan gran parte de los nutrientes en el propio alimento. Esto se debe a que su temperatura de cocinado es mucho más baja.
El perjuicio fundamental atañe al sabor. Hay quien dice que la verdura cocinada al vapor no sabe a nada. Probablemente sea porque la ha cocinado demasiado tiempo. Sin embargo, una verdura por ejemplo, cocinada al vapor puede tener un sabor más exquisito que una asada. Suponemos que todo es cuestión de gustos. Hay que recordar sin embargo que en el caso de la cocción al vapor es muy recomendable emplear hierbas para darle más vidilla al plato.
Otro perjuicio es el tiempo. Cocinar al vapor (y sobre todo con nuestro método casero) puede demorar mucho el tiempo de cocción de un alimento. Todo es cuestión de paciencia y de gustos. Y para satisfacerlos a todos, nuestra tienda virtual cuenta con una amplia gama de productos. Por ejemplo, una gran variedad de verduras y especias que podréis emplear en vuestras cocciones al vapor. Quienes no tengan ganas de cocinar, pueden consultar nuestra carta de exquisitos preparados V Gourmet. Bon Apetit!