Aunque sabemos que comer es un placer, las dietas blandas tienen una función importantísima para reequilibrar el metabolismo. En ocasiones, para recuperarnos de una enfermedad, necesitamos ingerir alimentos que no obliguen a que el organismo haga grandes esfuerzos. Claro que la carne a la parrilla con adobo, los fritos y las especias nos gustan mucho, pero pueden resultar pesadas para hacer digestiones. Es por esta razón que se recomienda ingerir otro tipo de alimentos y cocinados de una forma más saludable. En este artículo te explicaremos qué son las dietas blandas y los alimentos que más se utilizan para estas preparaciones.
Qué son las dietas blandas
La principal funcionalidad de las dietas blandas consiste en ayudar a nuestro organismo a digerir mejor. Esto es muy común cuando hemos pasado por algún tipo de enfermedad gastrointestinal, por ejemplo. Ahora bien, como regla general, en los hospitales también se sirven dietas blandas, en especial en el preoperatorio y postoperatorio. Hay que entender que, como regla general, hay alimentos más fáciles de digerir, pero también hay técnicas mejores que otras. Este elemento es importantísimo para entender los beneficios que puede aportar una dieta blanda para el funcionamiento del metabolismo. Determinados elementos ralentizan la digestión, y la hacen más pesada.
En una dieta blanda, el arroz hervido es el plato estrella, porque favorece el tránsito intestinal. Por otra parte, verduras como la zanahoria y frutas como el plátano, siempre que sea maduro, son recomendables. En otro orden de cosas, el pescado hervido y la carne a la plancha son buenas opciones. Lo que sí es recomendable es cocinar los alimentos a la plancha o hervidos. Hay que evitar, más que en otros casos, la ingestión de comida grasienta porque va a dificultar la digestión. De esta forma, contribuirás a que tu metabolismo funcione mejor
Qué no hay que hacer en las dietas blandas
Los alimentos de quinta gama pueden utilizarse tranquilamente en una dieta blanda, porque lo que más importa es la preparación previa. Ahora bien, y como principio general, hay dos elementos a evitar: determinados alimentos y la eternización. Por ejemplo, hay que evitar alimentos como el chocolate, el alcohol, los refrescos con cafeína y las especias, porque dificultan la digestión. En algunos casos, son alimentos que favorecen el estreñimiento mientras que, en otros, tienen la desventaja de contribuir a que el metabolismo funcione más lento. Ambos factores son negativos y, por lo tanto, se han de evitar.
Hay otra cuestión que has de tener en cuenta para que estas dietas sean efectivas. Las dietas blandas son puntuales y están concebidas para un determinado periodo de tiempo. Lo más recomendable es que, si vas a tomar una dieta blanda, consultes a un facultativo. Una vez que se ha conseguido el objetivo de reponerse de la dolencia, lo normal es tener una alimentación normal. Hay que tener en cuenta, por ejemplo, que cuando hervimos un alimento se pierden algunas de sus propiedades. Por este motivo, las dietas blandas se tienen que ingerir previa prescripción facultativa.