Aunque los platos de la gastronomía típica suelen servirse todo el año, sí hay unas especialidades para determinadas épocas. Si el cocido es un plato de otoño-invierno, hay otras especialidades para cuando viene el calor o cuando es época. Aunque es cierto que los sistemas de refrigeración industrial han facilitado la atemporalidad de determinados alimentados. Por lo tanto, hoy es posible comer una fabada en el mes de agosto o un bonito en enero. En este artículo, daremos algunos ejemplos de la gastronomía española de verano. Por otra parte, también ofreceremos una serie de consejos para el consumo de estas especialidades gastronómicas.
Platos de verano
Por regla general, los platos de verano son frescos, y se utiliza la brasa o la plancha si es necesario, sobre todo al aire libre. Un ejemplo lo tenemos en los gazpachos, el ajoblanco o el salmorejo. Todas estas especialidades son sopas frías que se consumen en Andalucía, y son elaboradas con ingredientes de la zona. Otro plato de verano típico es el melón con jamón, propio de varios restaurantes como postre. Finalmente, hemos de hacer referencia a las ensaladas, que se comen, sobre todo, en verano, gracias a su aporte de agua y otros nutrientes.
Como principio a seguir, hemos de decir que, combinados con estos platos, los pescados o carnes a la parrilla serán buenas opciones. No hay que olvidar que una dieta equilibrada requiere de un cierto aporte proteico de origen animal. La esqueixada de bacalao o el esgarraet, son opciones para comer este pescado en verano fresco y con todos sus nutrientes. Otro plato típico del verano es el churrasco, de ternera o de cerdo dependiendo del lugar, y que se come en celebraciones populares al aire libre. Por este motivo, hemos de indicar que los ingredientes de temporada y las convenciones sociales son los elementos definitorios.
Recomendaciones para comer en verano
Evidentemente, sabemos que cada persona es un mundo y tiene sus circunstancias. No es nuestra intención decirle a nadie lo que tiene que hacer, pero sí dar unos consejos. Normalmente, hay platos adaptados a su temporada y, por una cuestión de biorritmos, es bueno ingerirlos cuando tocan. La medicina tradicional china concibe la alimentación como un reconstituyente, de ahí que diferencie entre alimentos fríos y calientes. No vamos a ser estrictos porque los alimentos de quinta gama son atemporales, pero sí hay unas cuestiones que has de conocer como foodie.
Cuando se cocina un plato, lo ideal es que se haga con materia prima de temporada. Como hemos dicho antes, los platos de verano se preparan con ingredientes de la época. Luego, evidentemente, se puede congelar o refrigerar, pero la materia prima es fundamental. De esta forma, conseguiremos una receta sabrosa a la par que saludable. Además, utilizaremos la refrigeración industrial para aquellos platos que no podamos comer el mismo día de la preparación y ser estrictos con la cadena. Finalmente, si comemos recetas de verano en un restaurante, mejor ir a un lugar de confianza por la refrigeración.