El desarrollo tecnológico actual ha abaratado los costes de implantación de los sistemas automatizados para el control de los inventarios, permitiendo su utilización en medianas y pequeñas empresas.
De esta forma, controlar el stock y controlar las mermas se ha convertido una actividad menos tediosa, más eficaz, más precisa y más rápida con la utilización y aplicación de las nuevas tecnologías.
A medida que nuestros negocios de hostelería y restauración son más grandes, se hace más imprescindible contar con las soluciones tecnológicas automatizadas para el control de inventarios.
Para los fines de controlar el stock, la tecnología basada en los códigos de barras y la tecnología de radiofrecuencias (RFID) son muy utilizadas. Además, controlar las mermas por hurto o extravío de insumos es más eficiente con dichas soluciones tecnológicas.

Controlar el stock con tecnología de código de barras
Esta tecnología es de uso muy frecuente para controlar stock en variados negocios. Consiste básicamente en lectores conectados a un ordenador, el cual posee un software para leer los códigos de barras de cada producto.
En el código de barras va una información única del tipo de producto, la marca, la procedencia, caducidad, etc. Toda esta información se almacena en una base de datos, con la cual se realizan todo tipo estimaciones con la ayuda del software respectivo.
Con la implementación adecuada, esta tecnología es muy útil para controlar las mermas por hurto o extravío de mercancías en un almacén. El código de barras es muy práctico aplicarlo en productos de cuarta y quinta gama, ya que los mismos se reciben correctamente empaquetados y pesados.
Controlar el stock con tecnología RFID
Controlar el stock con tecnología RFID ha superado muchas limitaciones presentes de la tecnología de código de barras. La principal limitación de la tecnología de código de barras es que el lector debe estar bien enfocado y cerca del código, para lograr la captura de la información.
Un sensor RFID no necesita enfocarse cerca y bien alineado, ya que las radiofrecuencias de cada producto en particular son detectadas casi en cualquier posición, aunque haya cartón o plástico cubriendo los productos. Además, las distancias de detección pueden ser de varios metros de distancia.
En un solo barrido del sensor pueden identificarse cientos de productos, superando enormemente lo que se puede lograr con la tecnología de código de barras. Toda esta información va a una base de datos en un computador, donde un software se encarga del procesamiento de la misma.
Por las razones expuestas anteriormente, la tecnología RFID permite controlar las mermas, debidas al hurto o extravío de mercancías, con mucha mejor eficacia que cualquier otra.
Lamentablemente este tipo de mermas pueden causar un gran daño al patrimonio de los negocios, en la medida que los insumos y mercancías sean de medio o alto valor. Muchos negocios han emigrado de la tecnología de código de barras a la tecnología RFID, ya que la recuperación de la inversión está prácticamente garantizada a medio plazo.