¿Sabes que a veces hueles algo tan perfumado que todo tu cuerpo se estremece? O tal vez no te guste tanto el olor y te encuentres abriendo las cortinas para tomar aire fresco. En cualquier caso, probablemente sepa que hay algunos olores que son muy apreciados por nuestro sentido del olfato. De hecho, las investigaciones han demostrado que el aroma afecta a nuestras emociones más de lo que podríamos pensar. Esto se debe a que los receptores olfativos de nuestra nariz detectan diferentes sustancias químicas en distintos olores, y cada sustancia química puede desencadenar una respuesta del cerebro. Algunos olores, como la vainilla y las rosas, tienen un atractivo casi universal y dejan a la mayoría de las personas con una sensación de placer. Otros, como el olor a mofeta o trementina, son muy personales. En cualquier caso, ¡parece que cada planta tiene su propio olor!
¿Qué es un aroma?
El aroma es la esencia de una planta, fruta o flor que le da su olor único. El aroma de las flores puede hacernos sentir muy felices, y ciertos olores, como el de la cocción del pan, son reconfortantes, relajantes y reconfortantes. Los olores pueden afectar a nuestras emociones, y los perfumes y las colonias, hasta cierto punto, también tienen un efecto sobre nuestro estado de ánimo, pero sólo en una pequeña medida. El aroma se produce por la volatilización de un aceite volátil en una planta. Los aceites volátiles son transportados por el aire, el agua o las plantas, y luego son absorbidos por los receptores olfativos. Los seres humanos tienen millones de genes de receptores olfativos, y cada persona tiene un olor diferente. Podemos reconocer el olor de alguien conocido por los receptores que tiene en la nariz. Los receptores se encuentran en el epitelio olfativo, la capa externa de la nariz. Las moléculas de los olores se liberan dentro de esta membrana y luego viajan hasta el bulbo olfativo, la parte del cerebro asociada a las emociones.
¿Qué plantas tienen aceites aromáticos?
Hay más de 500 especies de plantas con flores, y cada una produce un aceite aromático único. Las hierbas aromáticas más comunes son el tomillo, la albahaca, el orégano, la menta, el romero y la salvia. Algunas plantas aromáticas se cultivan habitualmente como plantas ornamentales en los hogares, como el eucalipto, la lavanda y el ciprés. Las plantas aromáticas producen aceites volátiles en unas glándulas especiales, y estos aceites se liberan cuando la planta se golpea o se aplasta. Son recogidos por las raíces y transportados al destino de los aceites aromáticos: el aire que rodea a la planta. Allí, los aceites se evaporan y son transportados a la membrana olfativa de la nariz de cualquier animal que pase por allí.
¿Qué plantas aromáticas puedes cultivar en casa?
Hay algunas plantas que puedes cultivar en casa y que también tienen aceites aromáticos. Entre ellas están la canela, el jengibre, la hierba de limón y el clavo. También puedes cultivar romero y tomillo, que son hierbas aromáticas comunes. También puedes cultivar muchas hierbas aromáticas. Algunas plantas aromáticas, como el clavo, el eucalipto, el romero y el tomillo, son perennes y pueden cultivarse a partir de semillas durante todo el año. Si vives en un clima cálido, estas plantas pueden florecer y producir aceites aromáticos, que pueden perfumar tu casa con el olor del exterior incluso en el interior. Otras plantas aromáticas, como la hierba limón y el jengibre, son plantas tropicales que pueden crecer bien en el interior en una maceta. Puedes cultivar estas hierbas aromáticas en el interior durante todo el año, y son fáciles de cuidar, ya que no producen mucho follaje. Algunas plantas aromáticas, como la vainilla, el limón y la naranja, son cultivos tropicales que no puedes cultivar en casa. Pero puedes comprarlas en el supermercado y cultivarlas en tu casa.
¿Qué aceites aromáticos merece la pena cultivar?
Si decides cultivar hierbas o plantas aromáticas, primero asegúrate de conseguir un libro que te muestre cómo cuidar cada una de ellas. Además, asegúrate de llevarlas al interior cuando haga frío en el exterior, ya que las hierbas aromáticas son muy susceptibles de sufrir daños por las heladas. La mayoría de los aceites aromáticos se encuentran en la menta, la salvia y el tomillo. También puedes cultivar hierba de limón, eucalipto, romero y lavanda. Las hierbas como la salvia, la menta y el tomillo suelen ser muy apreciadas por la mayoría de la gente y pueden utilizarse en toda la casa. La lavanda, en cambio, se valora sobre todo por su fragancia y puede utilizarse para perfumar una sola habitación o para hacer un difusor. Merece la pena cultivarlas en casa, ya que son fáciles de cultivar, no ocupan mucho espacio y tienen aceites aromáticos que merece la pena oler.
Cómo utilizar los aceites esenciales de forma segura en el hogar
Cuando empieces a cultivar aceites aromáticos en tu casa, es posible que quieras utilizarlos para perfumar tu hogar. Pero antes, asegúrate de saber cómo utilizar los aceites esenciales de forma segura. Cuando quiera utilizar aceites esenciales en el hogar, asegúrese de que proceden de plantas seguras para su uso. Hay algunos aceites esenciales que debes evitar, porque pueden ser peligrosos si se utilizan de forma inadecuada. Entre ellos están: el aceite de jazmín, el aceite de rosa y el hamamelis. Cuando utilice aceites esenciales en casa, asegúrese de hacerlo en una habitación bien ventilada. Además, utilícelos en pequeñas cantidades y durante poco tiempo. Aunque algunos aceites esenciales se consideran «seguros», hay otros que son demasiado fuertes y potentes para su uso en interiores, por lo que debe utilizarlos con moderación.
Conclusión
Aunque las plantas aromáticas se utilizan para perfumar el aire, también pueden emplearse para elaborar productos de cuidado personal, como sprays corporales, jabones y champús. Además, son excelentes plantas de interior, ya que no requieren muchos cuidados y su aspecto es muy atractivo. Así que la próxima vez que estés en el supermercado y huelas un aroma que te haga desfallecer, piensa en lo realmente maravilloso que sería que todos pudiéramos oler plantas así.