El menú del día en nuestro país es relativamente reciente. Como foodie, has de saber que esta forma de dar de comer por un precio módico nació en los años 1960 como consecuencia del desarrollo económico. El Ministerio de Información y Turismo estaba interesado en promocionar determinados platos típicos y por esa razón se creó el llamado menú turístico en 1964. Paralelamente, los restaurantes empezaron a servir otros platos más económicos. Hoy, aunque la regulación depende de las Comunidades Autónomas y en la mayoría de los casos la denominación es diferente, sigue utilizándose para referirse al menú económico.
Precedentes del menú del día
En el siglo XVII, en las ventas existía la posibilidad de comer, pero solo los viajeros hacían uso de ella. Los trabajadores agrícolas o industriales solían traer la comida de casa por el ahorro que suponía. Sí es cierto que, en el siglo XIX, y como consecuencia del desarrollo económico, había tabernas, sobre todo en las ciudades, que servían platos para comer a precios fijos. A principios del siglo XX, la tapa era una forma de ofrecer algo de comer al cliente antes de las comidas. En cualquier caso, podemos decir que la extensión de la idea de comer un menú de diario no es anterior al desarrollo económico capitalista en España.
Es curioso que, ya en 1939, la Dirección General de Turismo hizo un listado de aquellos platos típicos que había que fomentar. Sin embargo, la autarquía limitó el desarrollo económico y provocaron que España siguiese teniendo una población mayoritariamente rural. Solo el Plan de Estabilización de 1959 apuesta por la apertura a nuevas fuentes de ingresos y por el turismo como actividad económica prioritaria. Es entonces cuando la hostelería pasa a ser un sector estratégico, y se apuesta por servir un producto de calidad. En pocos años, la cantidad de visitantes crece exponencialmente, en especial en la costa del Mediterráneo y las grandes ciudades.
En qué consiste el menú del día
La imposición del menú turístico fue problemática porque el margen de beneficio de muchos restaurantes se resentía. Además, obligaba a cobrar un precio fijo y había que servirlo independientemente del segmento de cliente que se buscase. Las posteriores regulaciones lo marcaron con más detalle, pero en todo caso los restaurantes potenciaron otras alternativas. La economía iba por delante de la política y, en 1970, el gobierno reguló el menú del día. En la mayoría de los casos, constará de un primero, un segundo de carne o pescado, postre y bebida.
El desarrollo autonómico y la entrada en la Unión Europea han hecho variar la normativa sobre el menú del día. Aún así, en casi todas las poblaciones del país es posible comer un menú económico. El cambio de hábitos ha hecho que comer fuera de casa pase de ser un lujo a una necesidad. Hoy, no existe un control de precios en la mayoría de las Comunidades Autónomas, pero el mercado se ha autorregulado. Si eres foodie, puedes encontrar menús económicos, pero también menús de degustación por un precio competitivo.
[…] sea el más caro no quiere decir que sea el mejor, naturalmente. Puede que, de hecho, muchos de vosotros prefiráis el típico mesón donde ofrecen […]