Sabemos por tradición histórica que México es sinónimo de elaborar comida picante. Los chiles son uno de los productos más consumidos, pero hay una gran variedad dentro de esta categoría según lo que busques. Podemos destacar las variedades tabasco, chipotle, amashito y jalapeño. De todas formas, hay que decir que, hoy, estas variedades se cultivan en todo el mundo. En este artículo, nos centramos en el chile jalapeño, explicando cómo se cultiva, su textura, sabor y formas de consumo. También lo relacionaremos con la posibilidad de consumir alimentos de quinta gama.
Verdades y mitos del chile jalapeño
El chile jalapeño se cultivaba originariamente en Xalapa (Veracruz). Las referencias más antiguas datan de entre el año 6900 y 5000 AC. Se cultiva antes de la temporada de lluvias y, hoy, lo puedes encontrar en diversas zonas de México, recolectando 70 días después de la siembra. El clima soleado del país favorece su rápido crecimiento y su sabor característico. Su apariencia exterior es verde o encarnada, dependiendo del nivel de maduración con el que se recolecte.
Por otra parte, una realidad indiscutible es que este alimento es sano porque contiene diversos nutrientes. El jalapeño destaca por su alto contenido en hidratos de carbono, vitaminas, proteínas y minerales. Tiene una aportación calórica moderada y un nivel de grasas próximo a cero. Por lo tanto, y si te gusta el picante, es una opción interesante de consumo porque activa el metabolismo.
Un mito sobre el chile jalapeño es que resulta muy picante. En realidad, y si lo comparamos con otros ejemplares de la especie capsicum que se cultivan en México, está en un nivel medio. Ahora bien, ten en cuenta que existen diversas variedades de jalapeño, más o menos picantes. De hecho, esa versatilidad facilita que se pueda utilizar en contextos culinarios diversos, como podremos ver.
Cómo disfrutar de un jalapeño
El jalapeño es un pimiento que se puede disfrutar de varias formas, variando según la idiosincrasia del país. La más habitual en España es tomarlo como encurtido o en conserva de aceite, tanto para el aperitivo como para complementar determinados platos como las pizzas, carnes, burritos o las ensaladas. Otra posibilidad común es cocinarlo para comerlo como plato principal, siendo el chile relleno la especialidad más popular. Por supuesto, también está la opción de degustarlo como alimento de quinta gama, puesto que una vez cocinado, se puede refrigerar. Esto favorece que, como consumidor, lo puedas degustar en contextos diversos.
Como es un alimento picante, sí te podemos recomendar algunas pautas de cocción. Si quieres rebajar el picante, tendrás que abrir el chile y vaciarlo de semillas, que es el principal aporte. Por otra parte, y si tienes en cuenta estas cuestiones, podrás personalizar el plato en función de tus preferencias. El jalapeño es una opción interesante para todas las edades porque permite dar el punto justo de picante a tu plato. Te animamos a que conozcas mejor las posibilidades de comercialización de este producto, que ya es masivo. Lo podrás encontrar en tiendas especializadas y supermercados.