La televisión hizo mucho, a partir de los años 80, por difundir el arte de cocinar en nuestro país, en especial para determinados segmentos poblaciones que, por roles sociales, no lo habían hecho hasta ese momento. Ser foodie es una vocación, y en este artículo te vamos a dar claves para preparar platos diferentes sin grandes esfuerzos.
El cambio de paradigma en la cocina
En la gastronomía occidental había una clara diferenciación, en especial en la alta cocina, en la funcionalidad que cada sabor cumplía en una comida. El salado tenía que ser protagonista del plato principal y el dulce de los postres, pudiendo haber pequeñas transiciones para cambiar de gusto como el típico sorbete de limón que se servía en los banquetes entre plato y plato, en especial cuando se pasaba de pescado a carne o viceversa. Esta concepción clásica de la cocina, de origen burgués decimonónico, dejaba poco lugar a la creatividad y presentar un plato diferente que rompiese con esos esquemas era un anatema.
Sin embargo, a partir de los años 70, con la eclosión de la Nouvelle Cuisine francesa y, posteriormente, con cocineros que plantean una cocina de evolución como Ferrán Adriá, se difuminaron las fronteras entre lo que se consideraba propio de cada momento, e incluso se pasó a mezclar dulce con picante o amargo con salado en diferentes platos. Hoy, además, se busca elaborar platos diferentes, vistosos, aunque poco aparatosos, y la máxima es que la calidad es más importante que la cantidad. Aunque en ocasiones nos puede apetecer comer un chuletón o un buen plato de pasta, hoy la cocina es una experiencia para los sentidos, más que una simple satisfacción fisiológica, y por eso se buscan la elaboración de platos diferentes.
¿Es difícil cocinar platos diferentes?
Querido amigo, te hemos de decir que cocinar un plato diferente no es un desafío inalcanzable. Un plato diferente no tiene que ser, necesariamente, ni caro ni especialmente difícil de cocinar, siempre y cuando sigas las instrucciones que se te den; sí puede ser laborioso en el sentido de que te ocupe una o dos horas, pero si eres foodie y vives esto como una afición, seguro que no te va a pesar. Eso sí, tómate tu tiempo cuando quieras experimentar y abrirte a nuevas experiencias culinarias porque también es cierto que nadie nace enseñado.
Un consejo, para empezar, es que busques la receta de un plato diferente basándote en primer lugar en los conocimientos adquiridos y en mejorar su presentación, pero no quieras hacerlo todo de golpe porque es probable que te acabes frustrando. Por ejemplo, puedes probar en cocinar pulpo con una receta diferente a la típica “á feira” que todos conocemos y, como si ya conoces el punto de cocción, se tratará de cambiar la naturaleza y proporción de los ingredientes complementarios; puedes freír cebolla en vez de patatas y puedes añadir una emulsión de vinagre de Módena en vez de pimentón picante y ya tienes un plato diferente. De esta forma, conseguirás un plato diferente, con nuevos sabores y sin grandes dificultades.