Queremos presentaros en esta entrada algunas curiosidades sobre algunas de las salsas de cocina más célebres de la historia. Para aquellos de vosotros que no lo sepáis, hasta el propio término salsa es ya una curiosidad por sí misma. La raíz de la que proviene la palabra es latina. Viene a decir «lo que añade sal». Y es que, en un momento de la historia donde la sal escaseaba y era un elemento muy preciado, elaborar salsas de cocina era una manera de aderezar los alimentos de una forma más asequible. Mucho nos cuesta imaginar cómo debía ser la gastronomía en general sin poder emplear sal siempre que fuera necesario. Algunas de estas salsas las hemos empleado para algunas de nuestras recetas, como los entrantes de la primera entrega.
Aunque la mayoría de las salsas provienen de tiempos relativamente recientes, hay otras que tienen un origen más antiguo. Sin embargo, esas queremos reservarlas para otra entrada sobre curiosidades. Las primeras salsas de cocina consistían básicamente en lo que hoy consideraríamos un jugo. En efecto, muchas de ellas no eran más que el resultado de una mezcla de los ingredientes del plato o guiso. Hoy en día siguen considerándose salsas lo que serían los colados o concentrados de cualquier preparado. Pero es de aquellas salsas de cocina que tienen una receta específica y que cuentan con sus propios ingredientes de aquellas de las que queremos hablar.
Las salsas de cocina como aliados contra el clima
Si alguna vez os habéis preguntado por qué la gastronomía de México es tan picante, aquí va una explicación. Además de que México utiliza muchos ingredientes que le rodean, y algunos de ellos son picantes, el que su gastronomía sea tan picante y aderezada tiene una explicación. Se debe al clima de la mayoría del país. En efecto, en territorios donde hace mucho calor el picante se utiliza como un elemento refrescante. A priori no tiene sentido, sin embargo, con el picante contribuimos a dar la sensación de un aumento de la temperatura de nuestro cuerpo. Con ello, conseguimos que el ambiente nos parezca más fresco en relación con nuestro cuerpo.
Salsas around the world
La más famosa de las salsas de cocina es sin duda el ketchup. Ya en el siglo XIX se conocía este preparado en Inglaterra. Su origen sin embargo está en China. Los barcos mercantes de los ingleses la incorporaron a su gastronomía tras sucesivas visitas al país. Tradicionalmente era una salsa para pescado o carne que no llevaba tomate. Sal vinagre y azúcar eran sus ingredientes básicos.
Una de las salas de cocina más populares es la llamada Perrins. Su nombre puede ser también el de salsa Worcestershire, mucho más difícil de recordar y de pronunciar. Worcester era el nombre del emplazamiento donde Marcus Sandys tenía su finca. Fue gobernador en Bengala, y de allí trajo los ingredientes de esta salsa. Dichos ingredientes acompañaban muchas de las preparaciones de esa zona. El nombre de Perrins viene del sujeto que ya en Worcester preparó la mezcla tan y como Sandys le pidió. Afortunadamente, para el mundo de la cocina existe esta alternativa de nombre mucho más sencilla.
De entre las salsas más llamativas de la actualidad destaca sin duda la salsa ingrávida de Ferran Adriá. Es una «salsa de aire» basada en los nuevos conceptos que este genio de la cocina ha aportado.
Exceptuando esta última, que…digamos…es un poco más «compleja», el resto de salsas e ingredientes podréis encontrarlo en nuestra tienda virtual. Un espacio para Foodies donde encontrar los mejores ingredientes para nuestra cocina y un apartado específico para salsas. Y si no os apetece cocinar, ya sabéis que siempre podéis consultar nuestra carta, de carnes o pescado.