Aunque el hombre es una especie predominantemente omnívora, esta no es la única dieta que existe. En este artículo, queremos explicar los distintos tipos de dieta según el consumo, o no, de proteínas animales. No se trata de posicionarnos a favor o en contra de ninguna, sino de dar información veraz de en qué consiste cada una. En cualquier caso, es un hecho que, en el mundo global, hay dos tendencias. Por un lado, el aumento de consumo de proteínas animales en los países del Sur. Por otro, un número creciente de personas que optan por dietas que excluyen el consumo de proteínas animales.
La dieta omnívora
Aunque hoy nos puede parecer obvio, lo cierto es que el consumo regular de carne y pescado es relativamente reciente en Occidente. De hecho, podemos decir que, en determinados países del Sur de Europa, no fue habitual hasta la década de 1960. Como en muchas ocasiones, se pasó de una dieta centrada en las vitaminas, los minerales y los hidratos de carbono a otra donde el consumo de proteínas y grasas animales de origen industrial era excesivo. Por esta razón, la obesidad infantil se ha convertido en un problema de primer orden que se intenta atajar.
Ahora bien, es importante señalar que la dieta omnívora como tal no existe; más bien hay que hablar de dietas omnívoras. La cantidad que se decide ingerir de frutas, verduras, pescado y carne dependerá de cada persona. En los últimos años, los gobiernos quieren fomentar el consumo de pescado y carne blanca, por encima de las carnes rojas y la bollería industrial. En algunos Estados ya se graban las bebidas azucaradas con un impuesto especial que se repercute en el consumidor. Por otra parte, Dinamarca introdujo un impuesto para alimentos como el chocolate, pero tuvo que dar marcha atrás por su escaso éxito.
La dieta vegetariana
Hay un equívoco cuando se habla de dieta vegetariana, puesto que mucha gente no distingue un ovolácteo de un vegano. El vegetarianismo como filosofía ya existía en la Antigua Grecia, pero se revalorizó a partir de los años 1960. En este caso, el rechazo al consumo de productos de origen animal se fundamenta, sobre todo, en cuestiones éticas. No obstante, también hay una filosofía que defiende el vegetarianismo como una alimentación saludable. En los últimos años, hay un número creciente de personas vegetarianas. El desarrollo del cultivo de proteínas vegetales como la soja ha contribuido a que millones de personas complementen su dieta.
Un ovolácteo no es estrictamente vegetariano porque, aunque no come carne de animales sacrificados, sí ingiere productos de origen animal (derivados lácteos y huevos). El vegano, por contra, solo ingiere productos de origen vegetal, sin matices. Hay que señalar que, aunque en Occidente resulte relativamente novedoso, en la India se calcula que, aproximadamente, el 30 % de la población es vegetariana. Por otra parte, aunque en China se consume carne y pescado, lo hacen en cantidades mucho menores en proporción a Occidente. Por lo tanto, quizás no estemos hablando de algo tan nuevo.